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  • Foto del escritorBajo Presión - Admin.

La Nueva Normalidad de Mentirnos.

Tras casi más de 3 meses desde el cambio radical que todos conocemos por ese “bicho” que empieza por “C “, Llames como lo llames, han sido muchos los factores que han cambiado nuestra forma de ver el mundo.

Entre ellas, es inevitable ver la dualidad entre los ciudadanos digitales y los simples caminantes que vemos en calles y barrios de cada rincón del mundo. La pregunta que muchos se han lanzado ha sido la siguiente:


¿Ha afectado el “bicho” a el mundo On-line?


Quizás ahora más que nunca, debido a la gran cantidad de Mascarillas que vemos por los suelos, o quejas de que estas son obligatorias en la red, se muestran pequeños lazos de interconexión entre los eventos que están tomando lugar en los últimos meses.

Y no, no vamos a hablar de los debates abiertos en los que los periodistas digitales y de carrera se enzarzan entre trincheras, con múltiples estudios y cartas públicas de profesionales a modo de munición para, batirse a “tweets” como si fueran balas, disparando en el terreno de guerra que es hoy en día cualquier medio de comunicación o difusión social.


El verdadero hecho social que esto ha provocado ha sido el aumento de engaños que ya eran detectables a la legua pero que se han amplificado por dos simples palabras:


Miedo y Desesperación


Así es, no estamos hablando de que un virus oriental salido de un laboratorio de alta seguridad preocupe la salud a muchos, más bien parece que ha preocupado más el cómo usar esto como herramienta para potenciar nuestra “Marca personal”, tiñéndola de unos colores que son tendencia esta temporada: la empatia y la solidaridad.

En Twitter, el hashtag: #QuedateEnCasa fue el “hit” de las redes acompañados posteriormente de “#TodoVaASalirBien” como si los ciudadanos estuviéramos traumatizados de manera irreversible, lo cual generó realmente un sentimiento creciente y generalizado más compartido y contrario aún, el cual era:


“Estamos Jodidos.”


Lejos de ser neutrales, hablarnos de hechos, de productos, de la honestidad de marca, y demostrar que las estrategias de Marketing Emocional no lo son todo especialmente para aprovechar un “Lavado de Marca (Cara)”, esto, se ha transmitido de un modo algo más “Profesional” en las Redes donde si echamos un vistazo a Linked In.


Una red más conocida hoy en día más aún como “El Facebook de los CEOS” tras el inicio de la crisis, vemos como la defensa de la marca personal ahora pasa por el filtro de la empatia social, basada en dos criterios principalmente:


  • Tengo miedo de perder mi puesto de trabajo si digo algo contrario a lo que todos dicen.

  • No tengo trabajo pero juro que soy buena persona, contrátame porfa...

Todo esto mientras la estrategia de concentración tomada por algunos se basa en que “Es 100%” seguro visitar su negocio”. Especialmente si este es CEO, Jefe de algo, o cargo de alto rango, lo cuales temen que ningún cliente les haga caso, siempre compartiendo las “buenas” noticias de su sector, que se prueban como estadísticas truncadas mientras los rebrotes tiran por tierra estudios de mercado que quedan desactualizados casi al día, todo amplificado por la incertidumbre generalizada obviamente.


Por otro lado, no seamos hipócritas, ya que no todo el mundo está en esta posición, los hay quienes ni van a gastar, ni pueden gastar. Simplemente, porque el sujeto mencionado previamente, los ha despedido, o la empresa, dueño del negocio... etc.


Ambos perfiles convergen aun así y conviven de una forma “apacible”, y es callando por miedo a que las empresas les tachen por ser controversiales ante la narrativa de la empatía, que habla de que todos los estamos pasando mal y de que nadie está a salvo, no obstante dilemas como: "Merece la Pena Sacrificar una economía por vidas" son Tabú y marcados a quienes lo mencionen como parias sociales y desalmados casi al instante.


La triste realidad es que ante esto último, muchos “jefecillos” se han quedado en Paro, ni ERTE ni nada, si si, es lo que pasa cuando crees que dar años de tu vida a una empresa te da derecho a algo o te condecora a tener unas preferencias o un merecido respeto. Precisamente esto último demuestra una cosa: Todos somos imprescindibles menos si trabajas en servicios básicos y nadie puede darte el relevo. ( Y salvo si sabes algo muy oscuro de una empresa, persona de alta influencia…) (Bendito Blackmailing)


Así pues, pese a que la empatía es el sentimiento generalizado, la supervivencia es realmente la emoción más compartida,


La desesperación hace que personas de cargos medios-elevados rueguen les vuelvan a dar su silla y mesa de despacho. Los que están más por debajo, ni se inmutan de otra crisis más que habrá que navegar, y los de muy arriba simplemente… No sabríamos deciros, pero seguramente les preocupa más su capital que sus recursos.


Concluyendo, para aquellos que "sufren" campañas publicitarias sobre-saturadas de “positivismo” de “todos a una” que son cutres inspiraciones del gran “Blood, Sweat, And Tears”, no os engañéis, el miedo está en todos, las ratas han saltado de muchos barcos, o se hunden en el mientras comparten un post de que todo está “OK”.


Así, la próxima vez que os sobre-saturen sensaciones como el sentiros a contra corriente con las emociones generalizadas, disgustados por la incoherencia de la “buena” marcha de sectores que siguen a día de hoy despidiendo a trabajadores y demás incoherencias que ha traído esta crisis, pensad, que la realidad de puertas para afuera, es una utopía comparado a la distopía que muchos viven de puertas para adentro.

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