¿Decidimos las Personas como las Empresas?

¿Alguna vez te has parado a pensar, que tu toma de decisiones diarias, es más similar de lo que crees a la de cualquier plan estratégico de una empresa?

Hay momentos críticos a la hora de comenzar el desarrollo de cualquier plan estratégico, momentos, que nosotros también vivimos en nuestro día a día, ya que cuando nos proponemos una planificación para cumplir nuestros objetivos, pasamos a una dinámica de tomar decisiones en esto y aquello, lo cual no difiere mucho del proceso de desarrollo de estos planes de empresa.

Como las personas, las empresas toman 3 tipos de decisiones:

1) Estratégicas: Las decisiones que más meditamos, requieren de muchas horas de razonamiento y las basamos en nuestra realidad, en nuestro momento, siendo realistas y sin ser demasiado ambiciosos entendiendo nuestras limitaciones.

En una Empresa, forman parte de planes comerciales, de marketing… son los que dan sentido a las decisiones, que, como las nuestras, son operativas, y definen con más claridad “qué” vamos a hacer. Es por ello que son de tipo “macro” o globales y se centran en el Medio o Largo plazo.

2) Operativas: Son las “decisiones dentro de las decisiones”, si si, por ejemplo, si quieres empezar a hacer deporte temprano por la mañana, tendrás que levantarte temprano y hacer también distintos ejercicios, y dentro de ello calentar, estirar…

Son las decisiones, que, dan forma y sentido a las decisiones estratégicas, aunque no estrictamente. Son, las que hacen nacer a la acción, pero eso sí, son muy concretas y se diseñan hasta el último detalle, (¿Quién no ha dicho de hacer ejercicio y se ha comprado hasta el último accesorio antes de empezar?) Ya que, implican una serie de repercusiones que nos afectan a corto plazo.

3) Correctivas: Si si, TODOS nos equivocamos, pero es por ello, que, corregir es de sabios, aunque, a veces, las circunstancias no eran las que esperábamos y se escapan a nuestro poder o no son previsibles, (Como que un virus genere una pandemia a todo un planeta.) lo que nos lleva a decidir “de emergencia” y realizar nuevas estrategias. Simplemente, decisiones que nacen de fallos, anomalías, problemas por acciones intermedias…

Es decir, las que no provienen de ninguna planificación o estrategia previa.

Qué curioso, así, no parecemos tan distintos ¿Eh? 😁