top of page
  • Foto del escritorBajo Presión - Admin.

Recordando la Atención y la Calma Positiva.

¿Por qué engañarnos? Es difícil hoy en día mantener una relación estable con aquello que nos rodea, y no solo con las personas: La tecnología, la política, el bienestar, la sociedad…

Todo esto supone un estrés constante para muchos de nosotros. Hasta el punto, de que, mientras unos se preguntan: ¿Cómo puedo mejorar el mundo?, Otros al mismo tiempo piensan: ¿Cómo puedo mejorarme en el mundo?


Entre el colectivismo o el individualismo, la calma y el bienestar han pasado a ser considerados como “sueños” o incluso objetivos, cuando son realmente NECESIDADES para conllevar una vida longeva, de forma plena, y que nos permita una estabilidad personal, que nos ayude a conllevar nuestro día a día.


Estos dos conceptos, erróneamente se han vinculado comúnmente con la “Felicidad” lo hemos asociado de forma extraña con tener el último teléfono lanzado al mercado, en encontrar las mejores vacaciones posibles, la más inolvidable experiencia turística…

Hasta el punto de un énfasis excesivamente materialista.

Y no, no seamos hipócritas, esta pequeña obsesión, es compartida por todos, porque al final, gran cantidad de cosas que valoramos, a la hora de la verdad, muchas veces no son tan valiosas como pensamos.


Seamos pues, sinceros, ¿Ese móvil que tanto deseas se irá contigo a la tumba? O, ¿Te enterrarán el día de mañana con esa prenda de ropa que tanto deseaste y acabaste comprando por un precio irrazonable? Realmente, ¿No nos interesaría más...?, no sé, ¿Familia y amigos despidiéndose de nosotros en ese último instante?


Y si, todos sabemos que ciertas sumas de dinero, son las que nos dan una vida más “digna” al fin y al cabo en nuestro status quo. Pero, ¿Y sí, simplemente tuviéramos lo que esencialmente “necesitamos” para desarrollar lo que verdaderamente valoramos de la vida?


¿Y sí, en vez de querer más, decidimos cambiar el patrón de atención, y una vez cubierto el mínimo de nuestras necesidades, pensáramos más en el ahora, o mejor dicho en el presente?


Esta idea, tan enfocada en “el momento” también se ha vinculado de forma errónea en un “carpe diem” superfluo, donde vivir banalmente experiencias edulcoradas que acaban poseyendo poco significado es lo que vemos cada red social o marquesina publicitaria real o digital, lo cual, con el paso del tiempo ha provocado grandes dicotomías de pensamiento al respecto. La verdadera realidad, es que:

"Hemos acostumbrado a evitar estar en el momento e intentar ser felices en el ahora, para estar constantemente forcejeando con nosotros mismos para ser felices a la larga."

El resultado de esto, nos lleva a tomar pequeños placeres, y disfrutarlos, pero a la par, inconscientemente a menospreciarlos, viviendo cada vez, menos contentos, ansiando mayores logros, que, una vez conseguidos nos hacen sentir lástima del tiempo perdido al no invertirlo en lo que realmente deseábamos en aquellos instantes.


Es cierto, creamos objetivos, relaciones, ideas que a la larga pese a persistir nos acaban aburriendo, y aún así, peleamos por alcanzar ese “mejor futuro que ansiamos” esas famosas “Mejores cosas, aun por ocurrir”


¿Y como vivir el famoso “Presente”? ¿Como estar aquí y ahora?

Es difícil, aburrido y lento, porque nuestra atención ha disminuido con los años por la tecnología y el bombardeo constante de contenido en un Click.


Es así, el simple hecho de estar concentrados en nuestra propia respiración unos minutos, nos hace creer que “perdemos el tiempo”, cuando es, lo que nos ayuda a entender desde una manera más pausada el aquí y ahora. Esto último es más fácil de entender si hablamos de que es la meditación.


¿Por qué meditar? Es irónico, pero el simple hecho de estar inmersos en nuestra propia respiración, pensando: Esto es aburrido, o, ¿Por qué estoy solo respirando? Nos lleva a desarrollar y mejorar aspectos positivos como: Atención, Introspección y Paciencia, entre otros.


¿Parece difícil o una perdida de tiempo? No culparíamos a nadie, debido a que no prestamos atención real a nosotros mismos, prestamos atención al mundo, y así perdemos nuestra calma interna. Estamos en una dinámica cada vez más acelerada, donde los días vuelan, los titulares duran horas y los pensamientos se desvanecen en instantes.


Asusta, pero es cierto, hemos olvidado la calma del ser y el estar. Aun así, y pese a que no animamos ni desanimamos a nadie, a indagar más en qué es “Estar en el presente”, simplemente la próxima vez que el tiempo parezca volar, o que los días vuelan, o que nada parece real si quiera, piensa:

¿Estoy aquí, y ahora?


13 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page